Una palabra: vergüenza. E infinitas lágrimas

Con esa frase tan poética termina Lawrence Lessig su artículo sobre la muerte de Aaron Swartz.

Cuando reviso la Wikipedia para leer sobre la corta vida de genios como Évariste Galois o el más cercano Juan Crisóstomo de Arriaga inmediatamente pienso: ¡lo que habrían dado de sí con una vida más larga! Eso es exactamente lo que pensé al enterarme de la muerte de Aaron 🙁

Aaron Swartz es el Arriaga o el Galois del siglo XXI, una persona capaz de contribuir al diseño de un estándar como RSS, crear Reddit, colaborar con Tim Berners-Lee para diseñar nuevos protocolos en la Web, trabajar con Lawrence Lessig y demás personas en Creative Commons, DemandProgress y otras muchas otras cosas. Todo eso con menos de 26 años :-O

Cory Doctorow, amigo de Aaron, escribió ayer que el suicidio de Aaron no estaba directamente relacionado con los cargos que se habían presentado contra él meses antes. Sin embargo, yo coincido con Lessig. No sé si la depresión que Aaron sufría fue causa de ello, pero lo que es innegable es que la presión de enfrentarse a decenas de años en prisión y multas de millones de dólares han contribuido sustancialmente al triste desenlace de acontecimientos 🙁

Y todo ello por tratar de liberar conocimiento académico en forma de artículos científicos de JSTOR. Artículos cuyos costes ya han sido más que pagados gracias a la financiación pública y privada de centenares de instituciones. La empresa supuestamente agraviada consideró rápidamente los cargos como totalmente desproporcionados y se desvinculó de la acusación. No así el MIT, que fue menos firme en su rechazo a tal desproporción por parte del gobierno estadounidense.

Que la muerte de Aaron sirva para su vergüenza pública. Mientras tanto, la Red sigue inundándose de incontables lágrimas 🙁

El mundo es un poco mejor gracias a las batallas que luchó Aaron. Y un poco peor desde que ya no está 🙁

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