Patxi López (me) asombra

En clara alusión al anterior artículo («Patxi López (me) defrauda«), escribo estas líneas todavía con la sensación de haber asistido a un hito importante en lo que tiene que ver con el Software Libre en primera instancia, pero sobre todo, en lo que tiene que ver con la política.

No sé cuántos de vosotros habéis visto el capítulo de Los Simpson en el que Lisa va a Washington a competir en un concurso de redacción, se desencanta totalmente de la política, pero finalmente el sistema reacciona y todo se arregla. Así me siento yo desde que el viernes pasado me llamara por teléfono Idoia Mendia para decirme que este asunto había sido uno de los puntos tratados en su Consejo de Gobierno y que querían hacer lo posible por solucionarlo.

Os podéis imaginar mi asombro. No me suelen llamar Consejeras para decirme que han leído mi blog y que después de hablarlo con otras Consejeras y el Lehendakari, van a intentar arreglar algo que no me gusta.

Al colgar el teléfono, respiré y me acordé de toda la gente que había compartido mi malestar en el anterior artículo (Jaio, Lorena, Jorge, Galder, Sergio, Jose, Ramón, Julen, David, Enrique, y otros muchos -más de 60 comentarios-), y de aquellos que, a pesar de ser parte de este nuevo gobierno, habían pedido que se diera una respuesta (no sólo Txetxu, también Alorza o FutureTelematic).

El propósito no fue vago, sino concreto: reunión el próximo lunes (por ayer, 31 de agosto) para hablar de ello en Lakua. Sin poder disimular mi alegría, pedí consejo a la gente con la que había estado colaborando hasta ahora para tratar de conseguir una Educación 2.0 más libre, y con sus ideas (especialmente las de Peio Arreitunandia y Daniel Armendariz) y las mías preparé un documento sobre el que trabajar en la reunión (lo publicaré en el siguiente artículo, por si queréis discutirlo 😉 ).

Después de un cruce de llamadas, quedamos a las 13:30 en Lakua. Al llegar, me esperaban Mª Sol Esteban Galarza, Carlos Crespo, Idoia Chorro y Victor Bermejo. La Consejera (Isabel Celaa) está reunida y se pasará un rato a saludar antes de que terminemos, pero la reunión técnica será entre el resto.

Durante la reunión, intercambiamos nuestros pareceres, tratando de acercar posturas. En todo momento se recalca que la intención del Departamento de Educación es la apuesta por el Software Libre y que no se entiende muy bien la reacción, teniendo en cuenta el proceso de diálogo abierto con el departamento a través de Carlos Crespo antes de verano. A pesar de que todos los presentes ya habíamos leído el artículo y los comentarios que suscitó, traté de aclarar algunos puntos:

  • Que el artículo es personal y no conviene que mis malestares o bienestares afecten al canal de comunicación previamente establecido.
  • Que lamentaba haber tenido que llegar a un tono tan duro, pero la sensación de engaño había sido real. A pesar de que en el Departamento de Educación lo tuvieran clarísimo, yo, desde fuera, no lo tuve nada claro después de leer el pliego y me saltaron todas las alarmas.
  • Que tengo paciencia y sé que este proyecto es algo a largo plazo, y no pretendo que se despliegue GNU/Linux en todos los centros de la noche a la mañana nada más empezar.

Se insiste desde el Departamento en que la intención siempre ha sido el arranque dual Windows / Linux y la formación del profesorado en software libre, y en que el pliego es tan abierto que da pie a solicitar eso mismo sin cambiarlo (de hecho, así lo han debido comunicar a todo el que se ha acercado a preguntar sobre el pliego). Aún así, están dispuestos a modificarlo para que este punto sea explícito, incluyendo una mención a Linux y a OpenOffice.

Aunque el cambio propuesto es solamente un detalle, es muy importante el gesto que supone ese pequeño infierno burocrático-administrativo en el que deciden meterse para contentar a una comunidad educativa creciente que demanda cultura y software libres. Tal y como están las fechas (se habló de la «septiembridad» y la psicosis que suponen las prisas, en alusión a la «agosticidad» de la que hablamos), esperar un cambio radical sería negar la realidad.

Victor Bermejo nos explica también la apuesta que desde los Berritzegunes se va a hacer en formación para el profesorado, que prácticamente será íntegra en software libre (se mencionan OpenOffice, GIMP, Audacity, etc.). Aunque todavía se explicará también cómo hacer las cosas con MS Office («esto en se hace así en OpenOffice.org, pero para los que usáis Word es así…»), no se dará formación en Photoshop u otros programas privativos que típicamente se usan sin su licencia de uso correspondiente.

Antes de terminar la reunión, solicito permiso a los asistentes para poder hablar de su contenido y me lo conceden sin ningún problema, reiterando su disposición para seguir definiendo poco a poco el camino que comenzamos a andar. Poco después, pasamos a hablar con la Consejera, que me agradece la implicación en este tema. Tanto Carlos Crespo como yo estamos contentos con el resultado de la reunión, y así se lo hacemos saber a ella. De todas formas, supongo que en la presentación pública del proyecto que tienen pensado hacer esta misma semana, aclararán todo de nuevo.

Sé que ni en el anterior artículo era Patxi López quien me defraudaba personalmente, ni en este es quien me asombra. Es más bien el conjunto del Gobierno Vasco, en toda su mastodóntica dimensión, quien me produce esas sensaciones. Sin embargo, no quiero desaprovechar la ocasión de personalizar. Si cuando critico los fallos, no suelo callarme, esta vez, con más razón, no voy a ser menos. Por ello quiero agradecer personalmente a Mª Sol Esteban, Carlos Crespo, Idoia Chorro y Victor Bermejo todo el tiempo e interés dedicados en este asunto; a Isabel Celaá por sacar un rato en su apretadísima agenda para hablarlo también; a Lehendakaritza por estar al tanto de este asunto y muy especialmente a Idoia Mendia por haber facilitado esta rapidísima reacción de un aparataje que suele tener mucha menos cintura.

Supongo que muchos lo veréis como un simple gesto, algo que no va a ninguna parte, que quedará como una anécdota. Para mí, quizá por lo vivencial, ha sido mucho más.

Después de años de militancia (no en software libre, sino en otras muchas peleas), ver que el mensaje llega, y no sólo eso sino que es atendido, es algo desconocido.

Decía Peio en los comentarios del artículo anterior que había leído a Luistxo citar el «Don’t hate the media, become the media» de Jello Biafra (casualmente nuestra razón de ser en Indymedia durante casi 10 años 🙂 ) y proponía no odiar al Dpto. de Educación, sino ser el Dpto. de Educación.

Me animo a intentar serlo 🙂

PD: Me gustaría poder escribir algún día el epílogo de esta historia, un «Patxi López (me) convence». Ya veremos cómo seguimos avanzando.

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