Ya sé que es un poco tarde para escribiros la carta, pero como sé que sois magos y todo lo podéis, no creo que eso sea un problema. Aunque mis hermanas han estado a punto de sacarme de mis casillas más de una vez, este año he sido un chico muy bueno y por eso espero que me traigáis todo lo que os pido:
- Quiero una Europa sin patentes de software. Se pongan como se pongan las empresas que quieren trapichear y amenazar con sus patentes, cohartando el derecho a innovar de estudiantes, investigadores, jóvenes empresarios, y demás gente con talento que no tiene el dinero suficiente para litigar con los tiburones del estanque. Quiero que se respeten las normas comunitarias para no tratar de colar las patentes de software en reuniones sobre agricultura y pesca, que no haya gente regalando helados a los europarlamentarios para que voten a favor de las patentes y que no se inviertan tantos millones en intentar privatizar el conocimiento humano.
- Quiero un ordenador para cada niño, funcionando con tecnología libre y liberadora. Desde que leí «La Era del Diamante: Manual ilustrado para jovencitas», de Neal Stephenson, estoy deseando que todas las jovencitas y jovencitos tengan su portátil para revolucionar el mundo. Quiero también que esos portátiles no acaben en manos de mafias locales o que sean arrebatados de las manos de los niños para poder pagar la comida familiar de un mes. Me gustaría que arreglarais también un poco la base de la Pirámide de Maslow de esos niños, para que tengan tiempo de hackear con sus ordenadores.
- Quiero que mi gobierno no me insulte cada vez que voy al cine o compro un DVD. Quiero también que los artistas de todo tipo reciban una cantidad de dinero en función de lo útil (en sentido estético, práctico, de entretenimiento, etc.) que sea su obra para la sociedad en la que vivo y que ese dinero lo gestione el Ministerio de Cultura, no Organizaciones
ConSin Ánimo de Lucro basadas en estatutos arbitrarios, no democráticos y no decidibles por la sociedad que sufre sus actuaciones. Quiero que ese ministerio destine 2.8 millones de euros a regalar cultura por las calles y enseñarnos que realmente la cultura se defiende compartiéndola. - Quiero tecnología sin DRM, que los que me venden esa tecnología no decidan por mí para qué puedo usarla. Quiero que no se me limite digitalmente mi derecho a hacer cosas perfectamente legales, como hacer copias privadas de mi material protegido por copyright. No quiero tener que comprar 5 veces una canción si quiero escucharla en mi habitación, en el salón, en el trabajo, en el coche y en mi reproductor portátil.
- Quiero que las empresas de hardware faciliten la vida a todos esos ayudantes que habéis ido repartiendo por todo el mundo para que nos programen los drivers libres de los periféricos que usamos. Realmente os agradezco que todos los años les llevéis regalos para que estén contentos y sigan haciendo esa labor tan sacrificada y tan necesaria.
Bueno, creo que por este año ya es bastante, que me he portado bien pero tampoco como para beatificarme. Os he dejado un poquito de cava y de turrón al lado del árbol, no abuséis que suele haber control de alcoholemia después de la rotonda. Muchas gracias y hasta el año que viene 😉
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