Panem et licentiam

Me acaban de pasar un enlace a una historieta supuestamente escrita por Richard Stallman:

Olvidémonos por un momento de GNU/Linux, del software (libre o no) y de la copia de programas. Y fabulemos un poco. Imaginemos que, en alguna parte del mundo, en una prestigiosa universidad, alguien construye un invento completamente imprevisto: la máquina de duplicar pan. Es una máquina maravillosa. Casi no consume energía, la puede manejar cualquiera, se puede construir por millones a bajo coste, y no necesita materia prima ni mantenimiento. Su funcionamiento es simple: introduces una pieza de pan por un lado, y salen dos por el otro. La segunda es indistinguible de la primera: igual de sana, igual de nutritiva, con el mismo sabor. Y el proceso se puede repetir indefinidamente, usando las piezas de pan originales o las nuevas que ha producido la propia máquina. Muchos ya ven los problemas mundiales de hambre resueltos por fin. Se piensa inmediatamente en los duplicadores de lechugas, filetes, zanahorias, lenguados y otros muchos alimentos…

Pero antes de que nada de esto ocurra, comienza una campaña de publicidad en todos los medios. En ella aparecen drogadictos, asesinos, ladrones… y duplicadores de pan. El lema de la campaña es: “Cada vez que alguien utiliza el duplicador de pan, todos perdemos”. La campaña está dirigida por las asociaciones de panaderos, con dinero de toda la industria de la alimentación. Aparecen, en todas las cadenas de televisión, en todos los periódicos, en todas las emisoras de radio, opiniones a favor de los panaderos y en contra de los que están empezando ya a duplicar pan. Se plantean cuestiones como: Si se permite la máquina de duplicar pan, ¿quién asegurará que tendremos innovación y nuevos tipos de pan?, o Si no se prohíbe la máquina de pan, ¿de qué van a vivir los panaderos? Inmediatamente se proponen legislaciones que prohíben la fabricación, comercialización y uso de máquinas duplicadoras de pan, y se empieza a considerar éticamente malo duplicar pan… Con el tiempo, las legislaciones se ponen en vigor, se crean ramas específicas de la policía para perseguir la copia ilegal de pan, y los panaderos, ya organizados, empiezan una campaña para que los productores independientes de pan tengan que pagar derechos por las recetas de los tipos de pan más habituales.

¿Está chula, verdad? Da que pensar, a pesar de la gran diferencia entre los bienes tangibles y los intangibles, esta reducción al absurdo funciona bastante bien.

Sin embargo la historieta me sonaba. Tanto que rebuscando he llegado al sitio en donde leí lo de la máquina de duplicar pan. No sé quién de los dos, Stallman o Galli, fue quien inventó esta historieta, pero me quedo con la respuesta de la entrevistadora de Galli, alucinante:

La chica me entrevistaba en directo en la radio y me pidió que explique la filosofía del software libre. En un momento de la entrevista, cuando ya estábamos hablando de los MP3, canon y SGAE, para dejar clara la idea le pregunto:

RG: Imagina que se inventa una máquina que te permite hacer sólo una barra de pan, luego la metes dentro de esa máquina y con muy poco coste puedes hacer las copias que quieras, para todo el mundo si hace falta. ¿Destruirías la máquina u obligarías a seguir cobrando un euro por cada barra sólo porque hay que defender el negocio de los panaderos?

La chica me respondió inmediatamente:

E: Yo destruiría la máquina.

Le respondí casi divertido:

RG: ¿Te das cuenta de lo que acabas de decir? Piénsalo otra vez.

Me parece que quedó muy mosqueada porque no me volvió a mirar a los ojos. Pero uso la anécdota para recordar que las ideas fundamentales no son muy conocidas, ni divulgadas o razonadas por una gran parte de la gente, aunque sean jóvenes modernos y con camisetas que dicen “Linux”.

¿Destruiríais la máquina para salvar a los panaderos? :-O

Si tu respuesta es sí, te doy la bienvenida al siglo de la escasez artificial ;-(

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