A pesar de que la gran G no me despierta ninguna simpatía, no le vendría nada mal a Microsoft seguir su consejo y dejar de hacer el mal tan descaradamente como lo está haciendo con el temita de las votaciones para la aprobación de OOXML como estándar ISO.
Si es que puedes untar a todo hijo de vecino, llenar estómagos agradecidos y medrar todo lo que quieras y, si lo haces medianamente bien, que no se entere nadie. Pero lo de esta gente no sé si es por torpeza o porque se les ha ido la mano, pero ya no tiene ni nombre.
Hace unos días (concretamente el 26 de marzo) fue el Document Freedom Day organizado por FSF Europa y la ODF Alliance. Un día en el que se reivindicaba la libertad de formatos de documentos y la interoperabilidad. Todo muy bonito, muy comentado y muy agradable. Pero ya tuvo que venir la gente de Microsoft a confundir, registrando el dominio documentfreedom.com para ver si algún despistado picaba. ¿Es o no es mala fé, señoría?
Muy en la línea de comprar la palabra «OpenDocument» en Google para redirigir tráfico hacia su «estándar» OOXML. Otra vez más, de buena fé, como siempre 😀
La última ha sido infectar todas las votaciones locales que ha podido para forzar que se apruebe sí o sí su especificación OOXML como estándar ISO. En Noruega se han columpiado tanto que han conseguido que el voto final sea afirmativo a pesar de que la mayoría de entidades participantes en la votación lo hicieran mostrando su rechazo a OOXML. Menos mal que Steve Pepper, director del comité encargado, ha enviado una protesta formal a la ISO solicitando la anulación del voto noruego por las irregularidades acontecidas en el proceso.
No sé con qué cara de Microsoft quedarme, con la que firma acuerdos con Apache y Eclipse, o con la que pudre procesos democráticos… creo que es un conglomerado tan enorme que habrá un poco de todo por ahí dentro, aunque no le vendría nada mal no ser tan «evil».
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