Esta semana Lorena Fernández me ha entrevistado en el blog de Industria y Servicios de Creamos el Futuro con motivo de las recién terminadas I Jornadas de Software Libre y Empresa y al final he soltado una diatriba bastante extensa sobre el software libre en general (me hacen cuatro preguntas y termino respondiendo párrafos y párrafos O:-) ).
Por si queréis comentar algo y discutir mis opiniones, aquí os dejo la entrevista…
¿Cuál es la finalidad de estas jornadas?
El objetivo principal es servir de punto de encuentro entre tres grupos que considerábamos que estaban un poco aislados: las empresas que usan y desarrollan software libre, las que todavía no lo conocen y los estudiantes que tienen interés en trabajar en una empresa relacionada con el software libre. Hasta ahora no se había trabajado el tema explícitamente en la universidad, a pesar de que ESIDE es «cantera» de muchas empresas que apuestan muy fuerte por el software libre y prueba de ello es que la mitad de ponentes en estas jornadas son ex-alumnos o gente relacionada con la Universidad de Deusto. También hemos hecho hincapié en que participaran empresas multinacionales como Sun, Novell, RedHat/JBoss o Telefónica I+D para animar a ese colectivo de empresas que todavía no ven el modelo del software libre suficientemente maduro.
¿Se están modificando los modelos de negocio con la aparición del software libre?
En mi opinión el software libre no ha creado nuevos modelos, sino que ha cambiado el equilibrio de fuerzas entre los modelos tradicionales de negocio.
Hace 30 años el modelo de negocio apostaba fuerte por la venta de equipamiento y el software se regalaba. Al igual que la documentación, el soporte técnico también era una gran fuente de ingresos así como las mejoras a medida. Ese era el equilibrio en aquella época. Al llegar los 80, surgió un nuevo modelo de negocio que apostaba fuertemente por la venta de licencias de uso, y se minimizó el peso del resto de actividades (el caso de la venta de equipamiento es el más notorio con la aparición del PC). Llegado el año 2000, con la madurez del software libre, el equilibrio dentro del modelo vuelve a balancear sus fuerzas y hay empresas que han restado peso a la venta de licencias de software y han potenciado otras actividades como el soporte, los desarrollos a medida, la implantación y demás. Este cambio en el peso de cada actividad ha beneficiado mucho a la PYME local, que en muy pocas ocasiones ha conseguido posicionar sus desarrollos dentro del mercado global de venta de licencias de uso y no era más que un revendedor de las licencias de terceros, con el inconveniente añadido de no poder hacer mejoras a esos productos por su cuenta. Con el software libre empresas locales pueden apoyarse en grandes desarrollos libres y adaptarlos a la realidad local, cobrando por ello. Se me ocurren campos como el de los CRM y su localización al euskera o a la normativa local, por ejemplo.
¿Cuál crees que será el papel que juegue el software libre en el desarrollo de la administración pública?
Software libre y administración pública es un binomio que tiene que ir siempre de la mano. El software libre beneficia a la administración en la medida en que supone ventajas en cuanto a costes de licencias, máxima posibilidad de adaptación sin depender de proveedores únicos y con la participación de empresas locales, uso de estándares y de formatos abiertos que no supongan trabas a los usuarios de sus sistemas (la temida «discapacidad tecnológica»), etc.
Por otro lado, la administración solicita desarrollos de software todos los años y sería muy provechoso para la comunidad del software libre que utilizaran una licencia libre. De hecho es de lo más lógico, los desarrollos que se han financiado con el dinero de toda la sociedad, deberían estar disponibles a todo el mundo. Hoy por hoy todavía queda mucho por hacer en este sentido, pero a nivel del País Vasco hay una buena sintonía entre la SPRI y la comunidad de software libre vasca. Con la Administración Española las intenciones no están tan claras y el concepto de «neutralidad tecnológica» que manejan, en mi opinión, es totalmente equivocado. Desde la comunidad de software libre no se pretende obligar a usar software libre en todos los ámbitos públicos, solamente se exige que el software elegido no limite los derechos y libertades de la ciudadanía y que, en condiciones similares, se trate de elegir software libre por sus beneficios secundarios en la sociedad.
¿Un pronóstico de futuro para el software libre? ¿Es una moda pasajera o será un cambio de paradigma?
Si conseguimos que no se produzca ningún atropello por la vía legislativa con la aprobación de las patentes de software en Europa o similares, el software libre convivirá por muchos años con el software privativo. No creo que ninguno de los dos modelos desbanque al otro. Tengo mis dudas acerca de la madurez tecnológica de la sociedad europea para valorar el daño que podría ocasionar una legislación a favor de las patentes de software y mis dudas se convierten en certezas cuando leo algunas declaraciones de políticos en Bruselas. El modelo de patentes de software está fracasando estrepitosamente en Estados Unidos e importarlo aquí no haría sino agravar el problema. El software ya tiene suficiente protección legal con el copyright, reconocido internacionalmente. No necesitamos minar nuestros prados para que el ganado del vecino no paste en él, basta con poner unas vallas y un candado.
Considero que ese cambio de paradigma ya se ha dado: una empresa de desarrollo de software privativo ya no tiene a sus usuarios cautivos, porque sabe que como no los trate bien, como no los mime, buscarán alternativas en el software libre, incluso en los casos en los que la alternativa libre sea inferior técnicamente (no todos los usuarios de Microsoft Word necesitan usar todas sus funcionalidades, quizá OpenOffice Writer haga todo lo que necesiten y mucho más). Esto ha supuesto una motivación extra a las empresas de software privativo para mejorar, y eso es bueno.
Mi bola de cristal tiene nubes, pero me aventuro a decir que el futuro de la informática está en la Red y en la interoperabilidad. Necesitamos software que entienda miles de formatos y pueda generar otros tantos, que pueda comunicarse casi con cualquier otro programa y que lo haga a través de redes muy heterogéneas. Google está entendiendo esto muy bien y está llevando muchas de las aplicaciones típicas como ofimática o retoque fotográfico a la Red. También ha sido visionaria y se ha dado cuenta de que no todo es Red y a veces necesitamos trabajar offline. El resto de empresas grandes están en la misma línea, por lo que todo apunta a que en los próximos años, éste será el tablero de juego.
Y vosotros, ¿qué opináis? 😉
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